top of page

Han sido capaces de trasladar a toda una sociedad abandonada y al desamparo de la burguesía una idea de unión y de reivindicación

 

 

“Adrenalina, vicio y memorias”. Tres palabras, tres sencillas pero nostálgicas palabras cargadas de energía y fuerza fueron las mismas con las que Asier García Arrondo, fan de la banda y asistente a uno de los conciertos que tuvo lugar en el recinto BEC de Barakaldo, definió el momento en que La Polla Records anunció su vuelta a los escenarios tras prácticamente 16 años sin hacer sonar sus bafles y amplificadores. 

 

Es imposible negar lo innegable y rechazar la idea de que La Polla Records ha sido, no solo un referente del ámbito del rock/punk de Euskal Herria, sino de todo el panorama nacional, sería ponerse una venda en los ojos y negar la realidad más evidente. Unos valores tanto musicales como socio-políticos han sido la base de su espléndida carrera desde el 1979, año en el que cinco chavales del municipio de Agurain se juntaron para criticar y denunciar la situación que estaba viviendo el pueblo euskaldun. “Creo que han sido capaces de trasladar a toda una sociedad abandonada y al desamparo de la burguesía una idea de unión y de reivindicación”, explica Asier.

 

Esta última gira de la banda ha vuelto a crear ese nexo o lazo entre los fans y la banda que años atrás quedó roto y olvidado. Porque, es necesario recordar, los fans no son nada sin la banda y viceversa. Y este gran retorno ha sido posible, entre otros muchos factores, gracias a la gran cantidad de seguidores cargados de fidelidad que tienen a sus espaldas. “Los fans siempre rogábamos el retorno del grupo. Ni recuerdo las veces que le pude decir a Evaristo en sus conciertos con Gatillazo que volvieran, que sin ellos el rock no era lo mismo”, manifiesta Asier. “Las veces que le habré parado por la calle diciéndole que hagan una última gira. Siempre se reía y decía: estamos trabajando en ello”, añade en referencia a lo anterior. Y sí, finalmente Evaristo cumplió su promesa. Una promesa que dio lugar a un concierto “fantástico”, “emocionante” y “violento”.

1.jpg
bottom of page