TIENDAS DISCOGRÁFICAS: LA SUPERVIVENCIA DE UN CLÁSICO EN EL MUNDO DIGITAL
La cercanía que transmiten o el trato cara a cara son dos de las características esenciales que mantienen vivos a estos comercios
Bravo Escudero Neco
“Como no tenías un duro, flipabas con todo. Una vez al año que habías ahorrado o te habían dado algo por el cumpleaños, ibas y te comprabas una cinta o incluso dos cassettes si tenías suerte. Era súper emocionante”. Así relata Omar López, integrante del colectivo cultural bilbaíno DDT Banaketak, sus recuerdos de la niñez al visitar la tienda de discos de su barrio en Basauri. Su permanente y melancólica sonrisa al retroceder en los años y hablar acerca de los comercios discográficos locales, es un claro signo de la importancia de estos dentro de la escena del punk/rock en Euskal Herria.
Las tiendas de discos fueron, en gran parte, el motor que impulsó a las bandas durante el apogeo del rock radical vasco. Fueron el eslabón perfecto para dar a conocer esos grupos que posteriormente se convertirían en referentes para toda una generación o comunidad. Cabe recordar también que los comercios discográficos locales fueron la única herramienta existente en la época de los 80´s, 90´s y comienzos de los 2000 para adquirir y conocer nueva música. Internet por aquellos años no rondaba por los hogares de los aficionados y el formato en físico fue el dueño y señor durante varias décadas.
Pero no únicamente fueron esenciales en el aspecto comercial o económico, sino que también se convirtieron en lugares de encuentro social entre los seguidores de la escena. Aficionados de distintos puntos de las ciudades o barrios se reunían allí para comentar y debatir acerca de las nuevas piezas que sacaban a la luz las bandas. Los minutos se convertían en horas en el interior de las tiendas discográficas y tener en formato físico los bombazos de la época como Revolución de La Polla Records (1985) o Bilboko Gaztetxean de M.C.D (1987) era literalmente, música para los oídos.
Se convirtieron en lugares de encuentro social entre los seguidores de la escena
Las tiendas de discos tienen algo especial, una esencia que hacen que sigan presentes hoy en día a pesar de tener que luchar contra un sector que avanza a pasos agigantados: la música en streaming. Para Omar, esa esencia es “la cercanía entre el cliente y el dependiente”. “No hay nada más cercano que el hecho de que una persona te llame por tu nombre y te recomiende cierto álbum o grupo”, añade en referencia a lo anterior.
El trato cara a cara, las recomendaciones y opiniones del gerente o el simple hecho de mencionar la frase: “Muchas gracias. ¡Hasta la próxima!” tras realizar la compra de un disco, son detalles contra los que una máquina no puede competir. Aunque cada vez son menos los comercios físicos a nivel local o de barrio que quedan presentes, su esencia sigue siendo el pilar fundamental de estos. La lucha continúa y continuará.